lunes, 12 de septiembre de 2011

P H I L L I P K A L A N T Z I S-C O P E’S En el avion

 
Estar en vuelo es una de las más antinatural, experiencias extraordinarias, ordinarias de la vida moderna. Cuando subimos a 30.000 pies de altura, nuestro punto de vista mirando al mundo se convierte en la de una deidad, y las reglas del tiempo y el espacio se alteran, mientras corremos sobre la tierra. En vuelo que es capaz de ver los rincones más remotos del mundo natural y la difusión amplia del mundo que hemos construido. Nos da la perspectiva única de ver la interacción de lo natural y lo construido de una manera verdaderamente global. En su totalidad, la experiencia no naturales o extraordinaria produce un gran temor y emoción. Nos enfrentamos a la muerte un poco cada vez que las puertas se cierran - y esta cercanía de la muerte se intensifica la extraordinaria experiencia de estar en vuelo. Por otro lado, nuestro "en vuelo" la experiencia está llena de las actividades diarias más anodina: la lectura de un libro de historietas, terminar un crucigrama, comer, dormir. La cabina se convierte en nuestro mundo, temporalmente alejado del mundo que hemos dejado atrás en la tierra. Lo que conecta a la ordinaria y la extraordinaria es una poderosa confianza en la capacidad humana para llevarnos más allá de lo mundano. El avión se convierte en un templo del humanismo, donde ponemos la fe en todo lo que nos lleva y nos mantiene en el aire - los ingenieros, los pilotos, los investigadores, los controladores de tráfico aéreo - una red de personas, suscrita por el conocimiento colectivo, que nos mantiene vivos, juntos .- Phillip Kalantzis-Cope







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