La mejor representación del espíritu innovador de Marqués de Riscal y su mundo de sensaciones es, sin duda, el edificio diseñado por Frank O. Gehry, una obra, que aunque llena de formas, está en perfecta sintonía con el paisaje de la zona.
Al igual que el Museo Guggenheim, el edificio diseñado por Gehry está recubierto de titanio, aunque en este caso, el arquitecto ha querido impregnar su obra de los colores de Marqués de Riscal: rosa, como el vino tino, oro, como la malla de las botellas de Riscal, y plata, como la cápsula de la botella.
ABAJO UN DOCUMENTAL DE SU GRAN TRAYECTORIA EN LA ARQUITECTURA.
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